Teletrabajo: cumplir sin complicarse

Teletrabajo: cumplir sin complicarse

Volver al trabajo tras las vacaciones implica reconectar con las herramientas digitales del día a día. En la Universidad, el teletrabajo y el uso de dispositivos personales (lo que se conoce como BYOD, Bring Your Own Device) son cada vez más habituales, especialmente para tareas administrativas, correos urgentes o revisión de documentación desde casa. Pero, ¿imaginas que una acción rutinaria desde tu portátil personal pueda comprometer datos sensibles de toda tu unidad?

No se trata de alarmar, sino de facilitarte unas pautas claras y realistas para cumplir con los requisitos de seguridad de forma sencilla. La buena noticia es que, con pequeños hábitos, puedes seguir trabajando cómodamente desde tu dispositivo personal sin complicarte la vida ni poner en riesgo la información.

Teletrabajo: comodidad sí, pero con conciencia

Teletrabajar ofrece ventajas obvias: ahorro de desplazamientos, flexibilidad horaria, mayor concentración... Sin embargo, también introduce riesgos menos visibles: redes Wi-Fi inseguras, acceso a sistemas institucionales desde entornos no controlados, mezcla de documentos personales y profesionales, etc.

¿Te suena familiar? Abrir un correo del STIC desde tu tableta, responder una duda urgente desde el móvil personal o revisar una presentación desde el salón de casa... En estos escenarios, la clave está en minimizar riesgos sin frenar tu productividad.

Dispositivos personales: una puerta que conviene vigilar

Tu ordenador o móvil personal pueden convertirse en una puerta de entrada para amenazas si no aplicas unas medidas básicas. No hablamos de instalar complejos sistemas, sino de cuidar lo esencial: actualizaciones, bloqueo automático, contraseñas robustas, y evitar las redes Wi-Fi abiertas sin protección.

Utilizar los espacios compartidos disponibles en OneDrive y acceder mediante los canales oficiales (por ejemplo, el portal web Office 365) te permite mantener una separación segura entre lo personal y lo profesional. Es como tener una carpeta cerrada con llave dentro de tu casa, exclusiva para los documentos de la Universidad.

¡Cuidado con lo que instalas!

Una de las principales amenazas en dispositivos personales es el software no oficial. Ya sea por curiosidad o por comodidad, es fácil caer en la tentación de instalar apps que prometen soluciones mágicas. El problema es que muchas veces estas aplicaciones ocultan códigos maliciosos, acceden a tu información o generan vulnerabilidades.

La regla de oro es clara: instala sólo desde fuentes oficiales (App Store, Google Play o el portal de Microsoft), y evita conceder permisos innecesarios. ¿Realmente una app de notas necesita acceder a tus fotos o a tu ubicación?

Separar es proteger

Una buena práctica sencilla: evita mezclar usos. Si trabajas desde tu portátil personal, crea un perfil de usuario específico para tareas relacionadas con la Universidad. Esto te permite mantener separados los entornos y reducir el riesgo de errores involuntarios, como enviar sin querer un documento interno desde una cuenta personal.

Y si usas tu móvil para consultas rápidas, accede siempre a través del navegador o de aplicaciones oficiales, asegurándote de cerrar sesión cuando termines. Un simple gesto que puede marcar la diferencia.

Visualiza tu entorno digital como tu escritorio físico

Imagina que tu dispositivo personal es tu mesa de trabajo. ¿Dejarías tus documentos confidenciales a la vista mientras invitas a amigos a casa? ¿Permitirías que cualquiera los hojee por curiosidad? Lo mismo ocurre en lo digital: el entorno personal requiere barreras que garanticen la privacidad y la integridad de lo laboral.

Cuando configuras barreras (contraseñas, bloqueo, cifrado), estás construyendo ese espacio seguro dentro de tu entorno personal. Es tu despacho virtual.

Preguntas que puedes hacerte antes de actuar

  • ¿Estoy accediendo a información sensible desde una red fiable?
  • ¿Este dispositivo está actualizado y protegido?
  • ¿Estoy utilizando los canales oficiales de la Universidad?
  • ¿Cómo sabré si algo ha salido mal? ¿Sabré a quién avisar?

Estas preguntas no buscan limitarte, sino reforzarte. Te ayudan a actuar con confianza, sabiendo que tu forma de trabajar respeta la seguridad institucional.

Buenas prácticas para teletrabajar desde dispositivos personales

  • Utiliza sólo redes Wi-Fi seguras y conexiones mediante VPN de la Universidad.
  • No trabajes en proyectos confidenciales desde lugares públicos (p. ej., trenes o metro; estaciones y aeropuertos; cafeterías y terrazas; bibliotecas y salas de estudio; espacios de coworking abiertos; áreas de networking en congresos/ferias, etc.).
  • Actualiza regularmente el sistema operativo y el navegador.
  • Accede a los recursos institucionales a través de Office 365 y el portal oficial.
  • Evita almacenar documentos universitarios fuera de OneDrive.
  • No uses la opción "recordar contraseña" en dispositivos personales.
  • Activa el bloqueo automático del dispositivo tras unos minutos de inactividad.
  • Configura un perfil de usuario diferenciado para el trabajo.
  • No instales software de origen desconocido ni concedas permisos excesivos.
  • Cierra sesión al terminar tu jornada digital, especialmente en dispositivos compartidos.