Detección de deepfakes

Detección de deepfakes: protege tu reputación en línea
¿Imaginas que un día tus compañeros reciben un vídeo en el que tú —o alguien que se parece demasiado a ti— aparece diciendo cosas que jamás dirías? ¿Y si ese vídeo se viraliza en redes? En la era de la inteligencia artificial, este escenario ya no es ciencia ficción. Se llama deepfake, y es una de las amenazas digitales más sutiles y peligrosas de 2025.
En la Universidad, donde conviven cientos de estudiantes, docentes y personal de administración y servicios, la imagen personal y profesional se forja a diario en el aula, en proyectos colaborativos, en redes académicas... Por eso, la manipulación audiovisual mediante IA puede tener consecuencias reales sobre tu credibilidad, tu bienestar y tu futuro.
¿Qué es un deepfake y por qué nos afecta?
El término deepfake nace de la combinación de “deep learning” (aprendizaje profundo) y “fake” (falso). Se refiere a vídeos, audios o imágenes generados con inteligencia artificial que simulan la apariencia, la voz o los gestos de una persona real.
En manos de ciberdelincuentes o bromistas sin escrúpulos, estas técnicas permiten suplantar identidades con una verosimilitud alarmante. Ya no se trata de un montaje chapucero en Photoshop: ahora es tu cara, tu voz, tu forma de moverte… en contextos completamente inventados.
En Comillas ya nos enfrentamos a un ecosistema digital donde la desinformación puede afectar a un estudiante en un TFG, a un docente en una videoconferencia grabada, o a un PAS cuya voz se usa en una falsa llamada telefónica. La reputación —individual y colectiva— está en juego.
¿Cómo reconocer un deepfake?
Detectar un deepfake puede ser complicado, pero hay señales que pueden ayudarte:
- Movimiento de labios y voz desincronizados: una pista clave si el audio parece ligeramente “fuera de ritmo”.
- Parpadeos poco naturales: los modelos de IA suelen fallar en gestos involuntarios.
- Sombras o iluminación extraña: inconsistencias en la luz o el fondo pueden revelar el engaño.
- Contenido que te genera un fuerte impacto emocional: si algo te indigna o asusta de forma repentina, ¡detente y verifica!
Ten en cuenta que los deepfakes más sofisticados ya superan muchos de estos fallos. Por eso es esencial desarrollar un criterio digital crítico y apoyarte en herramientas fiables.
Herramientas y estrategias para verificar contenidos
Antes de reenviar un vídeo, comentar una publicación o sacar conclusiones precipitadas:
- Utiliza herramientas de análisis forense de vídeo: como InVID, Deepware Scanner o Hive AI.
- Busca el vídeo en fuentes oficiales: ¿está publicado en la web institucional de la Universidad? ¿Lo ha compartido el perfil verificado de la persona?
- Consulta con el STIC: si tienes dudas, pide ayuda antes de actuar.
Recuerda: los ciberdelincuentes cuentan con que reaccionemos rápido. Verificar antes de compartir es nuestro mejor escudo.
¿Qué hacer si soy víctima de un deepfake?
Si detectas que tu imagen o voz han sido falsificadas, actúa con rapidez:
- Conserva pruebas: enlaces, capturas de pantalla, fechas y testigos.
- Notifica al STIC de la Universidad a través de su página de soporte.
- Solicita la eliminación del contenido a las plataformas si está publicado en redes.
- Evita enfrentamientos directos: no entres en provocaciones públicas.
- Si procede, denuncia ante las autoridades: la suplantación y el uso indebido de imagen están regulados por la ley.
Además, puedes realizar un rastreo inverso de tu imagen mediante buscadores como Google Imágenes o PimEyes para detectar usos indebidos.
Una comunidad universitaria protegida empieza por ti
En Comillas, creemos que la tecnología debe servir para construir, no para manipular. Por eso, todos —estudiantes, PDI, PAS— compartimos la responsabilidad de mantener un entorno digital saludable y seguro.
¿Te imaginas un campus donde nadie pueda usar tu imagen sin tu permiso? ¿Dónde los contenidos digitales se verifiquen antes de viralizarse? Empieza por ti. Y contagia buenas prácticas a tu entorno.
Buenas prácticas para protegerte de los deepfakes
- Activa la verificación en dos pasos en tus cuentas personales y universitarias.
- Evita subir vídeos o audios públicos si no son estrictamente necesarios.
- Usa gestores de contraseñas y nunca repitas claves entre servicios.
- Desactiva la geolocalización automática en tus redes sociales.
- Verifica la autenticidad de cualquier contenido antes de compartirlo.
- Consulta a los equipos del STIC si recibes un mensaje o vídeo sospechoso.
- No uses herramientas de edición de vídeo IA sin saber cómo protegen tu privacidad.
- Fomenta un uso crítico de las redes entre tus compañeros y compañeras.
- Difunde el valor de la autenticidad en la era digital.