Ataques de Denegación de Servicio (DoS) y Distribuidos (DDoS)
¿Qué son y cómo protegerse?
En el ámbito universitario, la ciberseguridad es crucial para mantener la integridad y disponibilidad de los sistemas. Los ataques de Denegación de Servicio (DoS) y Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) representan una amenaza significativa para la operación de plataformas en línea, como portales académicos y sistemas de gestión de datos. Estos ataques, diseñados para colapsar un servicio, han afectado a universidades en España y en todo el mundo, causando interrupciones en actividades académicas, pérdidas económicas y daños reputacionales.
¿Qué son los ataques DoS y DDoS?
Un ataque DoS es una técnica en la que un atacante sobrecarga un sistema con una gran cantidad de solicitudes, agotando sus recursos hasta que deja de responder a los usuarios legítimos.
Los ataques DDoS funcionan de manera similar, pero se ejecutan desde múltiples dispositivos simultáneamente, lo cual aumenta su potencia y dificulta la defensa. Estos ataques pueden ser ejecutados desde miles de dispositivos “zombie” infectados en una red de bots, operados de forma remota por el atacante.
Imagina un restaurante en el que todos los asientos son ocupados por clientes falsos, impidiendo que los clientes reales encuentren una mesa. Los recursos del sistema universitario, en este caso, actúan como las mesas: si todas están ocupadas por solicitudes de acceso maliciosas, el sistema no puede atender a los usuarios reales.
Impacto de los ataques DoS y DDoS en las universidades
En los últimos años, universidades en España y Europa han sido blanco de ataques DDoS, como la Universidad de Valencia y la Universidad Autónoma de Barcelona, que sufrieron interrupciones en sus sistemas educativos en línea y de investigación. Los efectos de estos ataques pueden ser devastadores: pérdida de acceso a plataformas educativas, interrupciones en los sistemas de correo, pérdida de datos y en algunos casos, pérdida económica significativa al tener que implementar medidas de recuperación.
¿Por qué es importante estar protegido?
Para los empleados y estudiantes, el impacto de un ataque DDoS puede ser frustrante. Imagina intentar acceder a una plataforma para entregar una tarea y encontrar que está “caída” debido a un ataque. En un nivel mayor, los ataques exitosos pueden erosionar la confianza en la seguridad de la institución, lo cual afecta tanto a la reputación de la universidad como a su capacidad para brindar servicios esenciales.
Buenas prácticas para protegerse de ataques DoS y DDoS en el entorno universitario
Para mitigar el riesgo y los efectos de los ataques DoS y DDoS en una universidad, es fundamental seguir una serie de buenas prácticas. Estas medidas se enfocan en la prevención, detección y respuesta ante ataques de este tipo. A continuación, se presentan algunas recomendaciones prácticas que alumnos y personal pueden adoptar para contribuir a la seguridad de los sistemas institucionales.
1. Utiliza conexiones seguras y evita redes Wi-Fi públicas
Cuando trabajas en plataformas universitarias desde casa o en espacios públicos, trata de conectarte siempre a redes confiables y seguras. Las redes Wi-Fi públicas pueden ser vulnerables a los ataques, facilitando el acceso a dispositivos que podrían, sin saberlo, convertirse en parte de una red de bots usada en ataques DDoS. Si es posible, utiliza una VPN proporcionada por la universidad para cifrar tu conexión y proteger tus datos.
2. Manten tus dispositivos actualizados y protegidos
Las actualizaciones del sistema operativo y del software son fundamentales, ya que incluyen parches de seguridad que corrigen vulnerabilidades que los atacantes pueden aprovechar. Además, contar con un software antivirus activo y actualizado puede ayudar a detectar y eliminar amenazas de malware que intentan convertir tu dispositivo en un “zombie” controlado remotamente.
3. Evita hacer clic en enlaces desconocidos o descargar archivos no verificados
Un dispositivo infectado puede ser parte de una botnet sin que el usuario lo sepa. Para evitarlo, no abras enlaces o archivos adjuntos de correos electrónicos de remitentes desconocidos y desconfía de los mensajes que parezcan sospechosos o urgentes. Las redes de bots a menudo se nutren de estos “dispositivos zombis” para lanzar ataques DDoS masivos.
4. Colabora con el equipo del STIC de la universidad
El equipo del STIC es responsable de proteger la infraestructura de la universidad, y muchas veces implementan firewalls, sistemas de detección de intrusos (IDS) y otras medidas de protección. Si experimentas problemas de acceso a plataformas universitarias o detectas comportamientos sospechosos en los sistemas, informa al soporte del STIC de inmediato para que puedan tomar medidas proactivas.
5. Fortalece tus contraseñas y protege tus cuentas
Las contraseñas seguras son una de las primeras líneas de defensa contra el acceso no autorizado. Utiliza contraseñas largas y complejas para tus cuentas universitarias y evita reutilizar contraseñas entre diferentes servicios. Además, activa la autenticación de dos factores (2FA) siempre que sea posible para añadir una capa adicional de seguridad.
6. Familiarízate con el protocolo de seguridad de la universidad
La mayoría de universidades tienen políticas de seguridad y planes de contingencia para manejar ciberataques. Infórmate sobre las pautas y procedimientos en caso de un ataque DoS o DDoS. Esto incluye saber cómo actuar si detectas un comportamiento anómalo en la red y cómo respaldar y proteger tu información personal y académica.
Conclusión y llamado a la acción
La protección contra ataques DoS y DDoS es una tarea compartida entre la universidad y su comunidad. Aplicando estas buenas prácticas, podemos contribuir a mantener un entorno seguro y minimizar los riesgos que afectan la disponibilidad de los servicios y la reputación de la institución. Recuerda que la seguridad digital comienza con acciones individuales; al proteger tus dispositivos y ser cauteloso en línea, también ayudas a proteger el entorno universitario.
¡Actúa ahora! Comparte este artículo con tus compañeros para fortalecer juntos la cultura de ciberseguridad en la universidad. La prevención es la mejor defensa.