Asegure su seguridad digital

Seguridad digital en Comillas
Imagina un lunes cualquiera de 2025. Llegas al campus, abres el portátil en el aula y, en pocos segundos, estás dentro del correo, del drive y de la plataforma docente. Todo fluye hasta que un mensaje con tono urgente te pide “verificar la cuenta”. ¿Te imaginas que, por un clic impulsivo, tu documentación de investigación, tus apuntes o datos administrativos queden comprometidos? La buena noticia es que la mayor parte de los incidentes se evita con hábitos sencillos y consistentes. En este artículo te acompañamos, paso a paso, para llevar esas prácticas a tu día a día en la Universidad.
Por qué “seguridad digital” también va contigo
Si usas Wi-Fi del campus, te conectas desde casa, compartes archivos con el equipo, viajas a congresos o trabajas con tu propio móvil (BYOD), la seguridad te afecta. No se trata de ser técnico, sino de tomar pequeñas decisiones que reducen el riesgo: actualizar, bloquear pantallas, desconfiar de mensajes inesperados, crear contraseñas robustas, activar la verificación en dos pasos y cuidar lo que publicas. En Comillas, cada clic cuenta para proteger la docencia, la investigación y los servicios.
Lo esencial: tus dispositivos siempre al día
El primer escudo eres tú, y el segundo, tus equipos. Mantén sistema operativo, navegador, aplicaciones y antivirus actualizados; activa el cortafuegos; bloquea la sesión cuando te levantes del puesto; y realiza copias de seguridad periódicas. Si te conectas fuera del campus, evita redes Wi-Fi públicas no seguras y, cuando no quede otra, usa VPN. En casa, configura tu router con cifrado WPA2 o, mejor aún, WPA3, y una clave robusta. Estas medidas básicas marcan la diferencia y son la base de cualquier estrategia personal de ciberseguridad.
Compras, reservas y pagos en línea sin sobresaltos
Aunque el foco de tu trabajo sea académico, todos realizamos compras o reservas desde los mismos equipos con los que trabajamos. Antes de pagar, comprueba que la web usa HTTPS, desconfía de chollos y rellena solo los datos imprescindibles; descarga apps solo de tiendas oficiales y revisa con frecuencia tus movimientos bancarios para detectar operaciones no autorizadas. Así reduces el impacto de un posible fraude en tu vida personal y evitas efectos colaterales en tu actividad universitaria.
Contraseñas: menos memoria, más método
“Una cuenta = una contraseña” debería ser tu mantra. Contraseñas largas (mejor frases de paso), únicas y complejas frenan ataques comunes. Para no depender de la memoria, usa un gestor de contraseñas de confianza y activa la autenticación multifactor (MFA) allí donde esté disponible (correo, drive, redes sociales, gestor de proyectos). La MFA transforma un acceso solo por clave en un acceso que requiere algo que sabes más algo que tienes o eres, elevando drásticamente la dificultad para un atacante.
Correo electrónico: la puerta favorita del fraude
El correo sigue siendo el canal preferido para engaños: facturas falsas, avisos de cuenta bloqueada, premios, sextorsión o mensajes que suplantan a un compañero. Antes de abrir adjuntos o pulsar enlaces, pregúntate: ¿conozco al remitente?, ¿coincide el dominio con el oficial?, ¿el lenguaje y el tono encajan? Ante la mínima duda, no abras el archivo ni pulses el enlace; verifica por otro canal (llamada, Teams) y reporta por los canales oficiales del STIC. Recuerda: los logos y el diseño perfecto también se falsifican.
Trámites y sitios oficiales: piensa dos veces antes de pagar
Al realizar gestiones administrativas o académicas en línea, comprueba que navegas en el dominio legítimo y revisa el aviso legal y la política de privacidad antes de introducir datos o abonar tasas. En caso de duda, accede desde marcadores propios o desde portales institucionales conocidos. Identificar bien a quién estás entregando tu información evita pagos innecesarios y el robo de identidad.
Redes sociales: reputación profesional y datos personales
En redes, tu mejor aliado es el sentido crítico. Revisa quién puede ver tus publicaciones, desconfía de solicitudes de información por mensajes directos y evita difundir datos sensibles sobre tu trabajo, tu investigación o la ubicación de viajes académicos. Antes de compartir, párate un segundo: ¿podría afectar a mi imagen o a la de la Universidad? Manejar con criterio la visibilidad y las aplicaciones conectadas a tu perfil te ahorra muchos problemas.
BYOD y trabajo remoto: cuando el móvil y el portátil son también de la oficina
Si usas dispositivos personales para tareas universitarias, conviértelos en un entorno sano de trabajo: bloqueo con PIN o biometría, cifrado del dispositivo, apps solo de tiendas oficiales, copias de seguridad activadas, nada de recordar contraseña en el navegador y actualizaciones automáticas. En casa, protege la red Wi-Fi con contraseña robusta y firmware actualizado del router; desactiva WPS. Y si viajas, evita el USB público para cargar el móvil: mejor tu propio cargador.
Documentos y datos: pon orden antes de compartir
No todo documento vale lo mismo. Clasifica lo que manejas (público, interno, restringido), limita el acceso solo a quien lo necesita, elimina metadatos sensibles antes de compartir (autor, ubicación) y usa canales corporativos para documentación de trabajo. Cuando toque desechar, destruye de forma segura: nada de tirarlo tal cual a la papelera física o digital.
Ingeniería social: si te hacen decidir con prisa, decide parar
Las estafas no van tanto de tecnología como de emoción. Urgencia, autoridad, recompensa o miedo son anzuelos clásicos. Hazte estas preguntas: ¿por qué tanta prisa?, ¿es coherente con el contexto?, ¿tengo otra manera de validar? Este alto de tres segundos te da margen para respirar, pensar y contrastar.
Qué hacer si algo sale mal
Si crees que has hecho clic donde no debías, has instalado algo raro o has enviado datos sensibles por error, actúa sin culpa y con rapidez: desconecta de Internet si sospechas infección, cambia contraseñas desde un equipo limpio, avisa de inmediato por los canales oficiales del STIC y comparte la información necesaria para ayudar a contener el incidente. Cuanto antes se comunica, antes se limita el impacto y se ayuda a otros a no caer.
Cultura de seguridad en Comillas: pequeña rutina, gran diferencia
La seguridad no es una lista infinita, es una rutina posible. Piensa en la higiene digital como en lavarte las manos: breve, frecuente y antes de lo importante. En la Universidad nos alineamos con buenas prácticas reconocidas, como principios de ISO/IEC 27001 o del Esquema Nacional de Seguridad, como referencia, pero tu día a día no va de normas, sino de decisiones prácticas que te faciliten trabajar sin sobresaltos.
Tu yo del futuro, más tranquilo
Visualízate mañana en el campus: llegas al despacho, el portátil se desbloquea con MFA, abres el correo y, al ver un mensaje sospechoso, sonríes, lo reportas y sigues con tu clase o tu informe. En casa, el router está actualizado, tus copias se han completado y tus redes sociales muestran solo lo que quieres mostrar. Ese tú es el resultado de un par de hábitos que hoy puedes activar en minutos.
¿Por dónde empiezo hoy mismo?
Si solo vas a quedarte con una idea, que sea esta: la seguridad es una suma de pequeños gestos repetidos. Elige dos o tres, intégralos esta semana y añade otros la próxima. Tu yo futuro y tu equipo te lo agradecerán.
Para ampliar y profundizar, te recomendamos revisar pautas prácticas sobre actualización de equipos, compras seguras, contraseñas únicas, uso prudente del correo y de redes sociales, e identificación de portales legítimos. Son la base más efectiva para reducir riesgos en el entorno universitario.
Próximos temas propuestos por la unidad ciberseguridad
Para continuar construyendo hábitos, proponemos abordar en futuras entregas: Seguridad en el uso de IA generativa en docencia e investigación; Protección de datos en proyectos colaborativos internacionales; y Cómo responder a un incidente de ransomware sin paralizar tu trabajo.
- Activa las actualizaciones automáticas en portátil, móvil y navegador y reinicia tras instalar parches (impacto alto, 5 minutos).
- Habilita la autenticación en dos pasos en correo, almacenamiento en la nube y redes sociales clave (impacto muy alto, 10 minutos).
- Instala y actualiza el antivirus y verifica que el cortafuegos está activo (impacto alto, 5 minutos).
- Revisa tu Wi-Fi doméstico: usa WPA2 o WPA3, cambia la contraseña si es débil y desactiva WPS (impacto alto, 10 minutos).
- Configura bloqueo automático de pantalla a los 5 minutos y usa PIN o biometría en el móvil (impacto medio-alto, 3 minutos).
- Crea tu primer gestor de contraseñas e importa 3 cuentas críticas; deja memorizada solo la contraseña maestra (impacto muy alto, 15 minutos).
- Haz una copia de seguridad de tu carpeta de trabajo a un destino confiable y planifica periodicidad (impacto alto, 10 minutos).
- Depura tu bandeja de entrada: crea una regla que envíe a Sospechosos mensajes con palabras clave como urgente o verificación y practica verificar por otro canal antes de clicar (impacto medio, 10 minutos).
- Ajusta la privacidad en dos redes sociales que uses: quién puede ver tus publicaciones y qué apps tienen acceso (impacto medio, 10 minutos).
- Guarda en favoritos los portales institucionales que usas a menudo para trámites y accede siempre desde esos marcadores (impacto medio, 2 minutos).
Si detectas algo anómalo o has podido compartir información sensible por error, comunícalo de inmediato a través de los canales oficiales del STIC. Cuanto antes se reporta, antes se mitiga.